domingo, 22 de junio de 2008

Entrevista a Manuel Góngora (Secretario General del PCOE)

Iskra.- Hablemos del FUT ¿No es contradictorio defender la democratización de las asambleas en los centros de trabajo y ahora darle prioridad a la construcción de las Asambleas de Comités y Delegados de empresas?

 

Manuel.- No es contradictorio, son dos fases del mismo discurso para alcanzar la unidad de los trabajadores. Se parte de las asambleas democráticas, con capacidad no solo para debatir y decidir sobre problemas reivindicativos, sino también estructurales. La Asamblea debe ser el órgano que decida la forma en que se ha de convocar y desarrollar las elecciones sindicales, como si quiere elegir ella misma el comité y sobretodo deben tener la facultad de revocar en cualquier instante a los miembros del Comité. Nadie debe decirles a los trabajadores como deben ejercer su democracia.

Después los comités deben unirse en Asambleas o coordinadoras o como ellos prefieran a todos los niveles hasta el estatal. No habrá organización mas potente, unitaria y democrática.

 

I.- Sí, pero los comités actuales y las Asambleas de trabajadores no parte de esas premisas ¿Cómo puede defender el partido primero las asambleas de comités y delegados, sin haberse democratizado los centros de trabajo.?

 

M.- Nos basamos en dos realidades. La primera la externa, deslocalizaciones, privatizaciones que están al caer como la de Correos, la represión sindical, los despidos, los accidentes de trabajo, los bajos salarios etc. piden a gritos una respuesta unitaria de los trabajadores.

También basamos nuestra decisión en la situación interior del movimiento obrero, dominio absoluto del reformismo del que deviene la desunión, la falta de conciencia etc. Y especialmente tenemos en consideración que ni nosotros ni otros partidos estamos presentes con fuerza en los centros de trabajo.

No podemos esperar a que se lleve a cabo la democratización de las asambleas primero y luego hacer la asamblea de Comités y Delegados, sería eterno inacabable y la patronal mientras nos machacaría. Por eso hay que comenzar por la Asamblea de Comités y Delegados.

 

I.- Pero los comités están en manos del reformismo.

 

M.- En efecto, pero todo proceso requiere una propaganda que suscite el debate. En este caso para democratizar las asambleas, debe abrirse una discusión en el seno de los trabajadores y no tenemos fuerza para ello.

En cambio, en el transcurso de la preparación para celebrar la primera asamblea de Comité, este primer paso se cumple. Se va a abrir el proceso de discusión, en primer término entre el FUT y los comités. Estos son abordados directamente para explicarles la necesidad de la unidad entre los comités. Ello implica una exposición de la situación política y sindical por parte del FUT, que va ser aceptado o no por comité de turno y entraremos en debate. Luego si no acepta la unidad por sectarismo, nos dirigiremos a sus compañeros de centro de trabajo con una serie de octavillas y demás medios propagandísticos, que suponemos darán como resultados la discusión entre ellos. Pero si no la aceptan por incomprensión seremos muy perseverantes.

De otra forma nunca tendríamos acceso al debate, es más, creemos que éste no se daría jamás.

 

I.- ¿A qué comités os dirigiréis?

 

M.- A todos sin excepción, no hay exclusión. El debate entre comités y entre éstos y sus compañeros de trabajo es vital y si el comité está patrocinado por el empresario, tanto mejor, hay que acabar con ellos. Ahora viven plácidamente. Hay que incomodarlos.

 

I.- ¿Qué contenido tendrá la Asamblea de Comités y Delegados?

 

M.- Político, sin duda, los problemas que hemos enunciados son políticos y como tal hay que tratarlos.

A las deslocalizaciones y privatizaciones, hay que oponerles la nacionalización. Al paro, un cambio estructural. Por ejemplo en Andalucía hay que reivindicar la Reforma Agraria como base de su industrialización.

Naturalmente, estas son nuestras propuestas que hay que discutir, confrontarlas etc. Lo primero es conseguir la unidad de los comités.

 

I.- ¿No crees que es bastante difícil?

 

M.- Si, pero es el camino más directo y no existe otro. Tanto el PCOE como otros llevamos 30 años con indefiniciones y postulando consignas genéricas, ¡sindicato único!, ¡de clase!, ¡los comunistas deben actuar donde estén las masas!, ¡debemos ser honestos! Y esto en la práctica se traduce en militantes del mismo partido pero con filiación sindical diversa, esperando no se sabe qué, cómo y cuándo para unir a los trabajadores.

El análisis es simple, los sindicatos no tienen una afiliación ni en cantidad ni en calidad en relación con la influencia que ejercen en los trabajadores. Con tener unos poquitos afiliados en una empresa pueden hacerse con el comité. Los trabajadores no creen tener otra alternativa organizativa. Cuando un grupo de obreros deciden presentarse a unas elecciones en su lugar de trabajo, siempre o casi siempre recurren a una central que la da carta de legalidad, porque les llevan los trámites burocráticos que ellos desconocen. A partir de ahí se vinculan entre sí. Y como quiera que los obreros no poseen un grado estimado de conciencia de clase, caen en las redes del funcionario de turno.

Así pues, cortando por los comités debilitamos el reformismo sindical de manera alarmante. No hay otra forma. Pero cuidado que nadie se engañe en el supuesto de ponerse en práctica durante un período más o menos prolongado, el reformismo por ser mayoritario actualmente, controlarán las Asambleas de Comités y Delegados, no obstante esperamos que nuestra labor y la de otros partidos y fundamentalmente el FUT triunfen al final.

 

I.- ¿Qué tiempo puede llevar a la constitución de la Asambleqa de Comités y Delegados?

 

M.- Eso nunca se sabe; aunque la crisis si se agudiza como se espera puede acelerar el proceso.

 

I.- ¿Para cuando el comienzo?

 

M.- Bueno, hemos comenzado por la provincia de Sevilla, porque es donde mejor situados estamos y podría constituirse en el centro sobre el que se irá creando organizaciones en Andalucía. También lo haremos en otros lugares como es Cataluña. Hay que prepararse bien primero. Todo debe estar sustentado sobre argumentos sólidos y tener una estructura que soporte la dirección del proceso.

 

I.- ¿El FUT es coto privado del PCOE?

 

M.- En absoluto, lo hemos dicho repetidas veces, la unidad de la izquierda e incluso de los comunistas deben ser sobre bases prácticas y no por acuerdos alrededor de una mesa, el papel lo aguanta todo.

Deseamos que los partidos reflexionen al respecto y vean en los comités de empresa cuanto su ilusión abarque, incluido soviets etc. Ahora es el momento de cambiar de tácticas inveteradas negadas por la historia moderna. Los partidos revolucionarios no ejercemos ninguna influencia real sobre los trabajadores, a la vez que estos esperan impacientes quienes les dirijan. ¡Hagámoslo juntos!

 

I.- Un saludo

 

M.- Igualmente